Al trabajar como docentes, con niños de 3-6 años, debemos tener muy presente la importancia de la coordinación con las familias, ya que no debemos olvidar que las familias juegan el papel principal en la educación de sus hijos.
A lo largo de los años se ha dicho la típica frase “La familia educa y la escuela enseña”, pero debemos dejar de lado esta creencia y saber que para que exista una buena educación, debe haber implicación de todos, padres y maestros, por lo que las dos partes tienen que trabajar de manera coordinada y conjunta.
Por tanto, es fundamental que como profesionales de la educación dirigida a niños conozcamos las diferentes formas de intervenir con las familias y cómo afrontar esas intervenciones.